Gabriela Yujra Condori, de 26 años, fue asesinada a golpes por su pareja, Silverio Pacheco Chambi, de 29 años, quien posteriormente la enterró en la habitación que compartían. El feminicida confeso se sometió a un procedimiento abreviado y fue condenado a purgar 30 años en la cárcel del Abra.
Según relataron los familiares de Gabriela, ella vivía en la ciudad de La Paz, pero luego de tener problemas con el padre de sus hijos, quien fue denunciado por intento de feminicidio, se trasladó a Cochabamba, dejando a sus niños al cuidado de su abuela. Una vez en Cochabamba, se dedicó a vender dulces y otros en el transporte público, y enviaba sus ganancias a su madre e hijos en La Paz.
Su madre y hermana relataron que no sabían que Gabriela tenía una nueva pareja y, por lo tanto, no conocían a su asesino.
Luego de enterarse de la muerte de Gabriela, sus compañeras de trabajo llevaron a cabo un velorio simbólico en el lugar donde regularmente se encontraban. Sus familiares pidieron que el feminicida no sea liberado, a la vez que informaron que viajarán a Cochabamba para recoger los restos de su ser querido.