Bobaryn, lejos del Gobierno, apunta a Evo:
“La gente conservadora de derecha penetró en el Jefismo”

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En esta entrevista, el exviceministro Freddy Bobaryn dice que en el debate de ideas dentro del MAS ya se consolidó la renovación, y que el jefismo alienta un pensamiento ultraconservador.

Freddy Bobaryn fue uno de los estrategas de la campaña electoral que llevó a la victoria de Luis Arce Catacora y David Choquehuanca en las elecciones de octubre de 2020. Luego, fue viceministro de Coordinación y Gestión Gubernamental del Ministerio de la Presidencia.

Hoy, lejos del ejercicio público, es uno de los impulsores de la renovación del instrumento político que sostiene al Gobierno. En esta entrevista, con Oxígeno.bo, identifica los problemas estructurales que afronta el Movimiento Al Socialismo (MAS) y evalúa qué es lo que representan los actuales mandatarios del Estado Plurinacional.

Bobaryn argumenta que la renovación en el partido de Gobierno ya se ha producido con Luis Arce y David Choquehuanca y que el “jefismo”, como prefiere llamar a la corriente que apoya a Evo Morales, representa cada vez más los intereses de la derecha y es un grupo se ha hecho conservador, afirma.

“La renovación ya se ha producido y se ha consolidado a la cabeza de nuestro Presidente Luis Arce, y de nuestro vicepresidente David Choquehuanca. Esta es una disputa que en el plano de las ideas claramente ya hemos ganado”, sentencia.

Aquí, el cara a cara.

P: Desde hace algunas semanas son públicas las diferencias entre la cúpula del MAS y las nuevas corrientes del partido, ¿A qué atribuye esta situación?

R: Las diferencias no deben sorprendernos. Es más, deberíamos normalizar y aplaudir que existan. Contribuyen a generar un debate interno, a profundizar la democracia del instrumento político. Estos escenarios son habituales en cualquier parte del mundo, allí donde hay un gran movimiento político. En ese sentido, claro que debe haber una pluralidad de pensamiento y formas de entender la política, pero últimamente las divergencias están desbordando al MAS IPSP fundamentalmente porque no hay la amplitud de asimilar esta pluralidad de visiones, y comprender que se debe respetar al otro para llegar a un acuerdo. Hay que tener amplitud y una visión integradora para recoger las divergencias y convertirlas en convergencia. Se requiere un pensamiento ecléctico capaz de destrabar las diferencias.

P: ¿Por qué no es posible que las divergencias se conviertan en convergencias?

R: Es un tema de falta de habilidad política en la Dirección Nacional del MAS-IPSP, hay que saber leer el contexto y tener un pensamiento ecléctico. Hay que tener la capacidad de unir lo divergente y la amplitud horizontal para comprender, y dialogar. Pero, para dialogar primero se tiene que saber escuchar.

P: Cada vez con más frecuencia, Evo Morales afirma que desde el Gobierno lo persiguen, que tiene gente de derecha ¿Cuál cree que es su objetivo?

R: Yo creo que es parte de su objetivo de pre-electorizar el escenario político nacional, es parte de una clara estrategia para lograr titulares en los diferentes medios de comunicación. A eso me refería sobre la necesidad de un pensamiento ecléctico en la política, a la capacidad justamente de entender que el actual contexto nacional es totalmente diferente, que no es el mismo contexto del 2006 – 2014- 2019. Ha cambiado el escenario político, nuestros líderes deben tener la fuerza para tomar decisiones, valorar los diferentes puntos de vista y no descartar ninguna posibilidad. La política muta con rapidez, más en un contexto nacional como el nuestro. Entonces, querer frenar el avance inexorable de la historia es una necedad. Yo tengo la sensación de que la gente conservadora de derecha ha penetrado en el entorno del jefismo. Esto es muy delicado y peligroso ya que, si uno juega con fuego, se quema. Me parece que la energía transformadora, la que demanda el cambio dentro del Estado Plurinacional, de poco se ha ido apagando y los actores más cercanos al entorno del jefismo se han convertido en actores conservadores en su ideología, táctica y estrategia. 

En su momento, esos actores se han abrazado con los grandes empresarios agroindustriales, y les han beneficiado; también a las logias cruceñas. Pensando que les habían derrotado primero, y segundo que ellos se sumarían a un proyecto claramente antagónico. Entonces, quienes nos han llevado a ese escenario de una alianza falaz con diferentes sectores ultraconservadores, se han mimetizado, y empezaron a pensar como estos grupos. Dejaron de representar los intereses del pueblo.  Yo creo que ahí es donde se produce la primera fractura con el pueblo, la primera traición.

P: Usted, como otros militantes del MAS, piden renovación en el partido de gobierno ¿Por qué es necesario este cambio y hasta qué nivel debe llegar la renovación?

R: La renovación es una cuestión de sentido común y que actualmente está instalada en el imaginario político de los bolivianos. La renovación fue una oferta electoral que nos permitió ganar las elecciones con más del 55%. Uno no puede llamarse militante del Proceso de Cambio y estar en contra del cambio. Además, la renovación ya se ha producido y se ha consolidado a la cabeza de nuestro presidente Luis Arce, y de nuestro vicepresidente David Choquehuanca. Esta es una disputa que, en el plano de las ideas, claramente, ya hemos ganado.

P: Entonces, ¿Cómo sostener este proceso de renovación?

R: Lo que vemos es que, en estos momentos, ­hay muchas presiones de parte del jefismo dirigidas a nuestro gobierno, a nuestro Presidente, para el cambio de autoridades y demás cosas, pero seguramente el Presidente tomará las decisiones que correspondan. Ahora bien, está claro que el gabinete que actualmente está vigente es producto de la renovación. Todos los actores políticos que están en cancha hoy, en la política boliviana, son actores jóvenes, y que de alguna manera tienen un alto perfil técnico.

P: Los objetivos políticos del MAS en este 2022 son los mismos del 2006. ¿Qué hay que reafirmar? ¿Qué hay que cambiar?

R: El principal objetivo, claramente, es la reactivación económica. Debemos recuperar la solidez de nuestra economía, y como consecuencia de aquello seremos nuevamente un referente en la región. También tuvimos una gestión impecable de la pandemia por el Covid-19; la Organización Panamericana de la Salud nos ha tomado como un buen ejemplo en Latinoamérica por las medidas que asumió el gobierno de Lucho. Ahora, hay que reafirmar nuestras exitosas políticas sociales, implementadas con éxito durante todo este tiempo. Sin embargo, lo que tenemos que mejorar es el ejercicio efectivo y la profundización de la democracia interna en el MAS –IPSP. Las decisiones que se toman por mayoría se deben respetar. Me parece, no volverán los tiempos del dedazo.

P: Uno de los problemas estructurales del sistema político boliviano es el caudillismo. ¿Cómo se puede encarar en el MAS esta enfermedad?

R: Yo creo que se trata del dilema de construir lo público, o no. A lo largo de la historia siempre hubo figuras fuertes, formadoras de pensamiento. Ahí tenemos como ejemplo Bolívar, Bartolina Sisa, Túpac Katari, Gandhi, Martin Luther King,  que salieron en defensa de sus pueblos, y que han fungido como una correa de transmisión para inmortalizar ideas, luchas y causas que transformaron cómo pensamos y actuamos colectivamente. Ese, es su mayor legado, las ideas nos permiten tener un camino compartido hacia dónde tenemos que avanzar.

P: Hablemos de Evo Morales, ¿Qué ha representado en el pasado y qué representa ahora en Bolivia?

R: Creo que en su momento representó la lucha, la causa y las ideas de nuestros pueblos. Pero hoy ha perdido el norte, ha dejado de simbolizar ese proyecto de transformación en favor de las grandes mayorías de nuestro país. Con cada acción está rompiendo su mito de gobierno y su legado para las nuevas generaciones. Yo creo que hay ciclos, y evidentemente en el país estamos viviendo así con nuevos actores, y nuevos liderazgos. Hay una dinámica que permite ver a los bolivianos que hay un relevo en el ejercicio real del poder dentro el Estado.

P: Usted plantea que ya se concretó la renovación en el MAS. En ese contexto, ¿Qué representa el Presidente Arce y el Vicepresidente Choquehuanca?

R: En este momento ellos están a cargo de la nave del Estado de Bolivia. Ellos son los líderes nacionales y líderes del instrumento político. En este momento, ellos han consolidado la renovación que tanto ha sido clamada por nuestras organizaciones. Hay muchos retos y contradicciones que están presentes en cualquier organización política, lo que debemos hacer es avanzar de manera inequívoca a nuestro objetivo común compartido. Tenemos que gestionar estas contradicciones y consolidar los objetivos que tenemos claramente definidos.

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