Bolivia se afianza como potencia en industrialización y exportación de agrofertilizantes con la nueva planta de NPK, el abono químico más demandado del mundo. La Planta Bulo Bulo trabaja al 100 % de su capacidad desde agosto y entre noviembre de 2021 y septiembre de 2022 alcanzó una producción de 377.939 toneladas métricas.
Los ingresos por la venta de urea granulada, en el mismo periodo, llegaron a $us 248 millones; 86,3 % se comerció en el exterior y 13,7 % en el mercado interno.
Los mercados de exportación más importantes son Brasil, Argentina y Perú, a los que en los últimos meses se incorporaron Uruguay y Paraguay. No se trata solo de un boom de mercado, sino de la consolidación de una industria con mucho potencial: la de agrofertilizantes.
En 2017 Bolivia consumió 19.000 toneladas de urea y en 2022 se prevé que sean 60.000.
La urea es un fertilizante elaborado a partir de gas natural que tiene probados beneficios para incrementar el crecimiento de cultivos agrícolas.